miércoles, 12 de mayo de 2010

Videojuegos y violencia

Tengo la impresión que a los noticieros cada cierto tiempo se les acaban las noticias interesantes. Y que, como es algo cíclico, deben tener un listado de temas a los cuales recurrir. Uno de los favoritos debe ser la violencia en los videojuegos.

¿A qué viene esto? Hace pocos días se lanzó la segunda versión del popular video juego Modern Warfare y de inmediato causó en el país del Norte impacto por su extrema violencia. Pueden ver un video en donde se debate sobre el tema aquí (está en inglés sin subtítulos).

Yo no juego mucho, pero creo que hacer declaraciones del tipo “si juegas un videojuego violento vas a salir a matar gente igual que en el juego” son poco exageradas. La mayoría de estos juegos vienen con específicas instrucciones sobre el público al cual van dirigido (diferenciado por edad) y al menos en los EEUU la mayoría de las empresas que venden estos videojuegos la respetan a la perfección.

Asimismo, la mayoría de los estudios que se han realizado con respecto al impacto que tiene la violencia de los videojuegos en los niños llegan a las mismas conclusiones: tanto o más que el juego, es el ambiente en el cual se desenvuelven los niños lo que podría provocar reacciones violentas. Mientras estén los padres vigilantes y constantemente indicando que el juego es solo un juego y no la vida real no debería haber problemas.

En EEUU, en donde el tema de la violencia es algo extremadamente sensible, no parece haber un punto intermedio entre quienes creen que todavía deberíamos estar jugando Pong y quienes creen que los videojuegos son totalmente inofensivos.

¿Qué pasa en Chile? La mayoría de las veces que se toca el tema es porque o hubo un tiroteo en una high school gringa o, como decía al principio, no habían más noticias.

Me he fijado que en la mayoría de las tiendas que venden videojuegos no hay interés por confirmar si a la persona que se le está vendiendo el juego está en el rango de edad correspondiente. Me imagino que como es un rubro relativamente pequeño, nadie está interesado en fiscalizar.

Lo que me llama la atención es cómo la sociedad, y por ende los medios de comunicación, siempre tienden a demonizar lo que no entienden. No hay interés en entender, por ejemplo, que para la mayoría de los gamers sus juegos son sólo eso, juegos. Y que pueden ser violentos, sangrientos y todo lo que quieran, pero tienen perfectamente claro que eso pasa en una pantalla de PC o televisión, no en el mundo real.

¿Qué habrá que hacer para que los medios y ciertos círculos despierten e intenten buscar explicaciones menos facilistas que los videojuegos al problema cada vez más crítico de la violencia entre los jóvenes?

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