miércoles, 13 de octubre de 2010

Sitio para encontrar pareja para gamers

Lo primero que pensé cuando vi la premisa de GameCrush, un sitio de “citas” para gamers, me pareció bastante interesante y bien pensado. Al fin y al cabo, los que comparten el gusto por los videojuegos pueden llevarse muy bien en otros aspectos, ¿no? Sin embargo, después de leer un poco más sobre este servicio, hay cosas que no parecen tan simples.

En principio, GameCrush no es un sitio para conocer personas como cualquier otro. Más allá del hecho de centrarse en los juegos, el sitio tiene una orientación clara hacia los hombres: son ellos los que deben pagar para conocer a las chicas, y no ambas partes. Además, las “citas” son concretamente citas de juegos, ya sean para jugar en Xbox o en juegos basados en el navegador.

Entonces, tenemos por un lado a estos jugones hombres, que conectan con “PlayDates”, básicamente chicas jóvenes que quieren jugar desde un Call of Duty hasta un simple juego en Flash. Hay cuatro tipos de encuentros: Arcade para un juego casual, Arena para juegos más “serios”, Academy para que las chicas te den consejos más avanzados en los juegos, y The Edge, para que se diviertan los adultos.


Por cada minuto de juego, el hombre debe pagar $0,60. Hasta ahí nada raro; poco convencional, quizás, pero para gustos los colores. El tema que me llama la atención, en cambio, tiene que ver con las “propinas”.

Cada chico que use el servicio puede darle “puntos” a las PlayDates, a criterio. Luego esos puntos pueden ser canjeados por dinero real. Con lo cual, mientras mejor la pase el jugador, más puntos le dará, y hay que ver hasta qué punto están dispuestas a llegar las chicas por algo de dinero extra. ¿Les recuerda a alguna otra profesión? A mí sí, pero no soy quién para juzgar.

De todas formas, no descarto la posibilidad de que un par de almas gemelas puedan genuinamente encontrarse detrás de las pantallas de un juego. Sin embargo, GameCrush tiene esos detalles que lo hacen parecer un prostíbulo en el cual, en vez de sexo (que quizás consigas), pagas por la compañía de una mujer para jugar. Y no e que eso sea malo, sino, simplemente, peculiar.

¿Qué les parece a ustedes?

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